Testimonios Instrumentos de Viento

Experiencias de personas a las que hemos podido ayudar desde Músicos y Lesiones.

David Hidalgo Chica Estudiante de saxofón en el conservatorio de Úbeda-Jaén

Hola, me llamo Daniel y toco el saxofón alto. Tengo 15 años y vivo en Villacarrillo, provincia de Jaén. Voy a empezar 1º de Bachillerato y 3º de EEPP de música especialidad saxofón. Mis problemas en los antebrazos comenzaron hace bastante tiempo, pero recuerdo que a finales del año pasado y principio de éste (2020) tuve que dejar de tocar varias veces durante mis clases en el conservatorio de Úbeda porque el dolor era casi insoportable.

A partir del confinamiento las molestias fueron a más hasta llegar a un punto en el que me resultaba imposible tocar más de 10 minutos seguidos, escribir a mano, teclear en el ordenador y tampoco podía hacer ejercicio que es una de mis aficiones principales. Tanto es así que mis padres en muchas ocasiones tenían que escribirme los trabajos de clase.

 

Como es lógico, nos pusimos manos a la obra para intentar buscar una solución, pero nos encontrábamos en los peores momentos del confinamiento por lo que hasta junio no pudimos hacer nada. Entonces visitamos a varios profesionales de la salud que nos solicitaron distintas pruebas: neurofisiólogo (electromiograma); traumatólogo (resonancia y analítica); fisioterapeutas (ecografía). Ninguna de estas pruebas reveló ningún problema, lo cual está muy bien pero el dolor seguía ahí. Así que buscando en la red dimos con Tomás, compramos el libro y nos pareció la persona idónea para tratar de solucionar mi problema ya que los profesionales que visité hasta entonces no consiguieron ninguna mejora y nos estaban haciendo perder tiempo y dinero.

 

Contactamos con Tomás a primeros de junio y nos dijo que todavía no estaba trabajando debido al confinamiento y, por fin, el 29 de junio concertamos la primera cita y comencé el tratamiento que acabo de terminar el 14 de septiembre de 2020 después de 7 sesiones dobles de 2 horas de duración. Han sido unos meses duros, los viajes agotadores y como mi lesión era grave, para recuperarme, Tomás se ha tenido que emplear a fondo y, a veces, lo he pasado realmente mal. Sin embargo, ha merecido la pena ya que he vuelto a tocar y hago una vida normal, cosa que hace no mucho tiempo me parecía casi imposible. Otro de los aspectos fundamentales del tratamiento han sido las modificaciones posturales que Tomás me ha indicado tras verme tocar, la importancia del calentamiento y los estiramientos, así como la adquisición del arnés Vandoren FNH 100 de diseño ergonómico.

 

En cuanto al miedo a las recaídas, siempre tendré en mente una de las frases más repetidas de Tomás: “a enemigo que huye, puente de plata”, es decir, facilitar la huida o la retirada al que nos molesta u ofende (en mi caso, el dolor de la antigua lesión). Hablando de frases, y si me lo permites Tomás, mencionar las “célebres” palabras que utilizaste repetidamente para responder al arsenal de preguntas que te planteaba sobre mi lesión: comenzaba con: “a ver, esto es muy sencillo…” y solía terminar con: “…no hay más tu tía”.

 

Ahora en serio, estamos muy agradecidos a Tomás por curarme y por ser un profesional riguroso, con argumentos científicos, que sabía en todo momento lo que hacía, paciente ante todas las preguntas que nos preocupaban, muy agradable en el trato y abierto, una persona con la que se puede hablar de cualquier cosa.

Tomás, nunca olvidaremos lo que has hecho por nosotros y aunque espero no volver a verte por razones obvias, espero que sigas ayudando a otros músicos/as a solucionar sus problemas.

Un abrazo y muchas gracias.

Marina de la Iglesia Oliva estudiante de saxofón en el Conservatorio profesional de Salamanca

Un miércoles de enero, después de un largo día de estudio (saxofón alto, saxofón soprano y piano) llegué a casa hecha con dolor de cervicales, en la espalda y en la zona del trapecio, ya anteriormente los había tenido, pero no eran constantes. Esta vez, a la mañana siguiente no podía mover el cuello y el dolor espantoso. Fui al médico y me recetó antinflamatorios y relajante que mitigaron el dolor, pero era imposible tocar el saxo.

Estuve un mes sin ir al conservatorio, no pude hacer audiciones (estoy  en 6º de profesional…) tenía que prepararme para pruebas en el superior y no solo eso, tampoco podía ni sujetar un vaso, estar con el ordenador o escribir en un folio. Empecé a tocar pero recaí en el dolor.  Incluso con aumento de  medicación y bajada de ilusión por no poder tocar un  rato sin dolor y no avanzar en mi programación. Por la cual un día llegué a clase de saxofón bajo los efectos de los calmantes, fue entonces cuando mi profesor Raúl me dijo que no podía seguir así y me informó de la existencia de Tomás.

De la primera sesión salí desesperada porque me dijo todo lo que tenía mal en la zona de la espalda, cuello y el daño que el arnés que usaba me estaba haciendo; era el primer cambio que debía de realizar y además había hábitos que debía modificar en mi vida de músico.

No puedo negar que las sesiones han sido dolorosas y he llorado del dolor, pero como él me advirtió, el dolor cada vez disminuía más. La seguridad que me transmitió y sus consejos hicieron que confiara en él y la recompensa es que en cuatro semanas estoy totalmente recuperada pasando de tocar una hora (con largos parones) a tocar cuatro horas sin ninguna molestia y a realizar una audición de unos 30 minutos. Además con su manera de hablar, con sus consejos, corrigiendo posturas y respiración, han hecho que afronte mi futuro con una fuerza e ilusión diferente de la que tenía hasta ahora.

Siempre le estaré agradecida Tomás.

Rocío Sánchez Gallego estudiante de saxofón en Musikene

"Una lesión en un músico es mucho más que una molestia física. Implica también una herida emocional que no siempre es tenida en cuenta, y en ese momento de vulnerabilidad es cuando mayor confianza, efectividad y eficacia necesitamos del profesional que vaya a tratarnos. Es por eso que ha sido un placer haber sido tratada por el doctor Tomás Martín, pues su experiencia como músico y sus conocimientos aplicados a la práctica instrumental son la combinación idónea para curarse, y no sólo aliviar el dolor. Gracias a él he tomado consciencia de que todos los músicos tenemos dos instrumentos, y el primero que tenemos que conocer, cuidar y ejercitar es nuestro propio cuerpo. Os animo a todos, hayáis tenido molestias o no, a leer su libro y a poner en práctica todo aquello que os interese, y para los que sintáis dolores, no esperéis a que éstos desaparezcan sin un tratamiento efectivo o haciendo lo mismo que habéis hecho hasta ahora; visitad, sin dudarlo y cuanto antes, a un profesional que conozca el funcionamiento de nuestro cuerpo en la práctica instrumental de primera mano como lo es el doctor Martín".

Cristina Villaroya Sanahuja estudiante de fagot en el conservatorio superior de Castilla y león

Hola, mi nombre es Cristina y soy fagotista y economista en la ciudad de Salamanca. Durante el pasado 2015 sufrí una sobrecarga de estrés que me llevó a practicar el instrumento poco y en muy malas condiciones, de forma que me encontré en la situación de que  no avanzaba en mi aprendizaje. Si bien soy consciente de la sobrecarga a la cual he sometido mi cuerpo durante toda mi vida, a mis 22 años de edad, de repente, mi brazo izquierdo era incapaz de aguantar más de 15 minutos sin comenzar a temblar, de forma que acabó siendo prácticamente imposible controlar la técnica del fagot. Me agobié tanto, que sin saber qué hacer ni qué me sucedía, tuve que solicitar la baja, pues era incluso imposible realizar una buena respiración ante tal impotencia.  Probé a tratarme con varios traumatólogos, pero todos me decían lo mismo: tendinitis de Quervain. Los tratamientos no daban su fruto y la frustración iba a mayores.

Pensé que reposar me haría efecto, y estuve un total de tres meses y medio sin soplar una nota. Apenas noté mejoría el último medio mes. Volviendo a tocar, fue una mera semana la que pasó hasta que volvió a aparecer el dolor. Entonces decidí probar a tratarme con el Doctor Tomás Martín. Mientras yo pensaba, tengo una tendinitis de Quervain, en diagnostico resultante fue, además de ésta última, brazo de golfista y codo de tenista. Básicamente tenía enferma la totalidad del antebrazo, desde el codo hasta la musculatura de la palma de la mano, interior y exterior.  El tratamiento se estipuló en cuatro sesiones dobles. No obstante, la mejoría fue aun más veloz, de forma que el tratamiento finalizó en tres sesiones dobles. Además, yo misma he sido capaz de ver como a medida que avanzaban las sesiones he ido tocando y estudiando un número de horas mayor, siendo mi brazo ahora capaz de soportarlo. Si bien siento una gran liberación al curarme, uno de los grandes beneficios que saco tras el tratamiento es la toma de conciencia del esfuerzo físico y psicológico que supone ser músico, así como las patologías y enfermedades que pueden derivar de la mala práctica instrumental (no calentar, no estirar, malas posturas, mala alimentación, falta de sueño…). De esa forma, es ahora cuando comienzo a sentirme realmente seria y profesional en mi labor como músico, pues como ya he dicho, antes tenía una sensación de que algo no iba bien, y que por tanto no avanzaba. Es por todo ello por lo que recomiendo el tratamiento, aunque simplemente sea en vista a una buena toma de conciencia de como bien digo yo, ser músico «no es moco de pavo». Muchas gracias.

Jénnifer López Soto estudiante de oboe en el conservatorio de Salamanca

Me llamo Jénnifer. Tengo 20 años, estoy en 4ºEEPP de oboe en el conservatorio de Salamanca.En marzo del año pasado empecé a tener  molestias en el antebrazo derecho a las cuales hice caso omiso pues pensé que serían agujetas puesto que había aumentado las horas de estudio. Poco a poco, las molestias persistían y ya era dolor, se me dormía la mano, perdí mucha  fuerza y mis dedos se volvieron muy torpes… La cosa iba a más y mi brazo derecho parecía ser poco útil…esto hizo que comenzara a utilizar más el izquierdo y por consiguiente este terminó poco más o menos… Ya no sólo era que coger el oboe fuera un auténtico suplicio, es que no tenía fuerza para peinarme, no podía apenas escribir… Además de todo lo que supone a nivel emocional verte impedida de esa manera. Empecé a ir dos veces por semana a un fisioterapeuta, luego cambié y probé con otros tantos, también fui a dos osteópatas, al reumatólogo… Todos ellos me ofrecían solución a corto plazo. ​

Terminé el curso de aquella manera  e hice reposo durante todo el verano con las sesiones de fisio correspondientes y la cosa parecía estar mucho mejor pero cuando llegó Septiembre y volví a sacar mi oboe, mis brazos seguían igual. Buscando desesperadamente por internet alguna solución encontré a Tomás. El primer día que fui a su consulta me dijo “Tienes un completo”, fue duro darme cuenta de lo mal que estaba pero a la vez supe que allí, por fin, estaba mi solución. Él me explicó con todo detalle el problema que tenía y el tratamiento que íbamos a seguir para solucionarlo. Tomás empezó a tratarme el 19 de octubre y a finales de noviembre estaba tocando, la mejoría fue muy rápida. Pude hacer audición y concierto de Navidad con total normalidad. Ahora, después de 4 meses estoy totalmente recuperada. Puedo estudiar con normalidad y tocar sin ningún tipo de dolor ¡¡ Qué maravilla!! Además, gracias a Tomás he mejorado mucho mi postura a la hora de tocar, he aprendido a calentar, a estirar, a ser más eficiente… Todo ello con el fin de que esto no vuelva a suceder. Para todos aquellos que estéis pasando por algo parecido deciros que esto es una gran lección  para darnos cuenta, como Tomás dice, que nuestro cuerpo es nuestro primer instrumento. Por ello, os recomiendo que ante la duda de poder tener algún tipo de lesión, acudid a él sin dudarlo y si puede ser desde un primer momento mucho mejor. Millones de gracias Tomás!!!

Carlos Ferrer Peralta- estudiante de flauta en el Conservatorio Superior de Aragón 

 "A finales de febrero del 2015 un día me levanto con dolor en el antebrazo derecho. Las semanas previas había tenido muchísima activad dentro y fuera del conservatorio y aun así seguía estudiando muchas horas. Tuve que parar de inmediato porque el dolor fue a más.Fui al médico de cabezera porque en urgencias no me trataron y me dieron cita para un mes y medio después. Mientras tanto fui a un fisioterapeuta que no me sirvió para nada. El médico me diagnostico epicondilitis y epitrocleitis y me mando al fisioterapeuta del centro de salud. Un mes después seguía igual. Me busque otro fisio y tampoco me sirvió para nada. Estuve hasta junio divagando entre fisios sin mejoría y sin poder tocar. Y ya no solo eso, al solo utilizar un brazo en mi vida cuotidiana empezaron también los dolores en el izquierdo.En junio fui a un osteópata y me fue bastante bien, pude empezar a tocar pero después de dos meses volví a recaer. Un amigo fagotista tenía un problema similar y me recomendó a Tomás.La primera vez que fui a su consulta me trasmitió muchísima seguridad. Ya no solo porque me explicaba todo los problemas que tenía en los antebrazos sino porque también preparamos un plan de rehabilitación con el instrumento que tenía que hacer en paralelo al tratamiento. 

La mejoría fue muy rápida y en dos meses me encontraba prácticamente curado y tocando lo que me daba la gana. Además ahora tengo mayor consciencia de lo que hago bien y mal tocando y sobretodo soy muchísimo más eficiente debido a todo lo que he aprendido. Le estoy muy agradecido y quiero dejar constancia de ello. Hay muy pocos profesionales como él que sepan tan bien lo que hacen y es un alivio para los músicos que haya una persona con su experiencia y conocimientos».

Rosa Vidal Romero- estudiante de Clarinete en el Conservatorio Superior de Castilla y León 

“Llevo varios años con dolores de cuello y espalda diarios, dándolo ya como "algo que iba a ser para siempre". Algo después, cuando comencé a dedicarle muchas horas al clarinete empezaron a molestarme los antebrazos, pero tampoco escuché mucho a mi cuerpo, dado a que pensaba que con un poco de reposo se pasaría. Con el tiempo, vi que los dolores no se pasaban y que aumentaban, así que comencé a ir a varios osteópatas y fisioterapeutas pero "el arreglo" que me hacían era a muy corto plazo. Así que tras dar el curso de ergonomía con Tomás y escuchar los consejos de otros compañeros a los que había atendido, decidí acudir a su consulta. El problema es que me iba de Erasmus y teníamos que ir  a contrarreloj, pero hicimos sesiones intensivas y él se adecuó todo lo que pudo para poder verme el mayor número de veces posible. A día de hoy apenas siento molestias; la mejora de las cervicales ha sido radical. 

Además, trabajamos la musculatura facial ya que también sentía sobrecarga, y ha vuelto a su forma rapidísimo. Imagino que cuando vuelva de mi año fuera de España tendré que volver para «terminar» ciertas partes que no nos dio tiempo a trabajar, como el antebrazo izquierdo y parte del derecho que no acaba de estar al 100 por 100, pero tengo la certeza de que podré cursar este año sin pensar en que quizá físicamente no lo pueda acabar, y así centrarme plenamente en el clarinete”.

Luis Soto Amil Flauta-Flautín Real Filarmonía de Galicia. Santiago de Compostela.

“Llegué a la clínica de Tomás, después de más de años peregrinando por media Galicia, en busca de una solución a un problema de hombro que me impedía tocar la flauta. Había visitado una docena de especialistas: Traumatólogos, fisioterapeutas, acupuntores, osteópatas... En el momento que inicio las sesiones con Tomás, un traumatólogo de A Coruña, Dr. Arriaza, consigue ("en treinta segundos") diagnosticar mi problema. Síndrome de desfiladero torácico. El paso siguiente sería pasar por quirófano. Me negué de raíz y confié en Tomás. Gracias a su conocimiento y perseverancia, Tomás consigue en ocho sesiones solucionar de raíz mi problema. Tomás no solo conoce las enfermedades de los músicos, sino que empatiza con ellas hasta eliminarlas. Si alguien desea conocer más en detalle mi enfermedad, puede ponerse en contacto conmigo en la siguiente dirección: luisoto@gulans.com Una vez más, MUCHAS GRACIAS TOMÁS!!!!”

María José Montes Sanz- estudiante de Clarinete en el Conservatorio Superior de Asturias

"Mi nombre es María José y estudio 6º de Enseñanzas Profesionales de clarinete. Hace cuatro meses comencé el tratamiento con el Doctor Martín. Ayer hizo una semana que acabé el tratamiento, y puedo decir que me encuentro bien, ya que puedo tocar sin presencia de dolor y aguantar más tiempo tocando. Las molestias comenzaron hace aproximadamente un año y medio, cuando el número horas de estudio comenzó a incrementarse. Tras acudir a la consulta de diversos especialistas, ninguno de ellos dio con el problema ni con el origen. Tenía dolores en la espalda, el brazo derecho (el codo), y el meñique de la mano derecha se quedaba bloqueado. No aguantaba tocando el clarinete más de media hora seguida. Comentando mi problema con varios compañeros, me recomendaron contactar con Tomás Martín. Después de contactar con él acudí a una primera consulta diagnóstica. En dicha consulta el doctor me indicó que tenía lo que él denominaba coloquialmente “un completo”. Por tanto, decidí comenzar el tratamiento. A medida que iba avanzando en el tratamiento, era consciente de la mejoría; no sólo ayudaba el tratamiento propiamente dicho, sino su asesoramiento en materia de posicionamiento corporal. Una vez corregidos varios aspectos de mi posición, así como la incorporación de series de calentamientos y estiramientos a mis sesiones de estudio, conseguiré mejorar no sólo de mi lesión, sino evitar problemas en el futuro.

Aunque el tratamiento fue duro, Tomás transmite mucha confianza, lo cual ayuda mucho en la recuperación. Me di cuenta de algunos aspectos que hasta ahora había descuidado, como son: calentar, estirar, realizar ejercicio físico, así como la alimentación y otros hábitos.Estoy muy contenta de haber finalizado el tratamiento y ahora sí podré estudiar sin dolor, que es lo más importante. Recomiendo a otros músicos prestar atención a aspectos que habitualmente ignoramos y a cualquier instrumentista que tenga cualquier molestia o lesión, acuda a la consulta del Doctor Martín, ya que sus amplios conocimientos en materia de osteopatía unidos a su profesión como músico y profesor, hacen que sus tratamientos sean muy exhaustivos y personalizados». 

Isabel López Béjar Clarinete-Toledo

"Hola!! Hace unos meses comencé el tratamiento con Tomás. Cuando llegué a su consulta me dolía mucho el dedo pulgar de la mano derecha de sostener el clarinete, dolor que subía hacia el antebrazo y que iba acompañado de pinchazos que me impedían tocar el clarinete durante largos períodos de tiempo. A esto se le sumaban dolores cervicales y de espalda que me impedían muchas veces hacer vida normal. Según fue pasando el tiempo y seguía el tratamiento con Tomás noté cómo los dolores iban desapareciendo poco a poco y cómo podía volver hacer vida normal y a poder tocar el clarinete sin tener temor a que me doliera el dedo, la mano, el cuello...No sólo consiguió quitarme el dolor, sino que también me enseñó a corregir mi postura a la hora de tocar y en el día a día en el que muchas veces adoptamos malas posturas y hábitos que perjudican seriamente a nuestra salud sin darnos cuenta. Y lo más importante, me hizo darme cuenta de que para poder dedicarse a lo que a una le gusta ( que en mi caso es la música) es imprescindible cuidarse y llevar una vida lo más saludable posible con una buena alimentación, ejercicio físico y hábitos saludables. Desde aquí aprovecho para darle las gracias por su profesionalidad y su amabilidad, y animar a cualquier músico/a a que se pongan en contacto con él si tienen algún problema".

 Roberto Sánchez Barreiro Clarinete-Galicia

""Me llamo Roberto Sánchez, soy clarinetista y acudí a la consulta del Dr. Martín por problemas de espalda. Me gustaría agradecerte todo el tiempo que me has tratado y sobre todo, en cómo lo has hecho. Gracias a tus enseñanzas y tratamiento recuperé una salud corporal que nunca debí haber perdido y automáticamente mi relación con el instrumento mejoró. Ya no padecía cada vez que tocaba. Ahora mismo estoy estudiando un máster en orquesta sinfónica en la Swedish National Orchestra Academy en la ciudad de Gotemburgo. Sólo quería decirte que eres parte responsable de que yo esté aquí: haciendo música y disfrutando a partes iguales".

Angelo Montanaro Solista de clarinete freelance (Italia)

"A veces, en ciertos períodos de la vida, uno debe creer en algo. Yo creo en el destino que me trajo aquí a Valladolid para conocer a Tomás. Durante 2 años a causa de un lipoma en el esternón, comencé a cambiar mi postura sin darme cuenta de todos los fallos que estaba cometiendo. No podía ni coger el clarinete, ni respirar bien y sentía muchísimos dolores en toda la parte superior del cuerpo. Para mí la música y el tocar el clarinete se transformaron en sufrimientos. Después de varios fisioterapeutas y osteópatas, que sin despojos me habían robado un montón de dinero, Tomás fue el único que me dio la certeza de que iba a salir de esta situación problemática. Sus conocimientos y sus facultades, me han curado y mejorado. Sin duda, se siente un poco de dolor bajo las manos de Tomás (testimonios son las muchas palabrotas en italiano que él ha aprendido de mí), pero con su simpatía y su humor, el tratamiento pasa más rápido. En los meses siguientes he cambiado y gracias a sus consejos, ahora soy capaz de controlar mi postura, resolver mi tensión muscular y hacer nuevamente deporte. Gracias Tomas!”

Margarita Martínez Muñiz-Clarinete

"Hace dos años, recibí clases del profesor Dr. Tomás Martín. El cual demostró un profundo conocimiento sobre las lesiones músculo-esqueléticas en músicos profesionales y estudiantes. Me genera gran confianza, no solo por su gran experiencia en esta materia sino también por ser músico profesional. Después de sus clases no dudé en presentarle mi caso. Llevaba dos años con dolores en el antebrazo derecho así como en el pulgar, me confirmó que tenía tendinitis de Dequervain, epicondilitis y epitrocleitis en ambos brazos entre otras lesiones de menor gravedad. Fui a su consulta y después de la primera sesión ya notaba una gran mejoría, tras otras cuatro sesiones más, la recuperación fue completa y el dolor cesó completamente. Le estoy muy agradecida, no solo por el resultado, sino también porque tras dos años de malestares y dolores (intensos, ya que no podía tocar más de diez minutos seguidos), me devolvió la esperanza de seguir estudiando y haciendo lo que más me gusta". edítame. Es muy sencillo.

Salvador Alberola Fagot Solista de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León

"Desde hacía bastante tiempo tenía dolores muy fuertes en los trapecios, cuando tocaba el fagot; este dolor era bastante más intenso en los conciertos, y algunos de ellos los terminaba sin apenas poder mover el brazo izquierdo. Le comenté el problema a Tomás, ya que somos compañeros de trabajo en la misma orquesta e iniciamos un tratamiento que al cabo de tres sesiones dio resultado. Esta lesión era una contractura crónica debida a la postura que yo adopto para tocar el fagot; esta postura, algo encorvada la espalda hacia delante, provocaba que los hombros estuvieran constantemente en tensión dando origen a las contracturas (realmente muy dolorosas). Tomás eliminó las contracturas y me dio unos consejos posturales, que unido a la recomendación de hacer deporte regularmente han hecho que los dolores sean casi inexistentes, y cuando aparecen de nuevo por algún descuido mío no tengo ningún problema para controlarlos. Muchas gracias por tu ayuda, Tomás, y continua esta labor que de seguro ayudará a muchos músicos –y no músicos- a trabajar y vivir mejor".

Laura Tárrega Ayuda de Solista de Clarinete y Solista de Requinto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León

“Con frecuencia sufro dolores lumbares debido a que paso mucho tiempo sentada por mi trabajo en la orquesta. Después de probar diferentes tratamientos sin demasiado éxito, acudía Tomás que además de enseñarme a tener una posición correcta al tocar, en una sola sesión solucionó mi problema lumbar”.

Mónica Pinilla Fano Estudiante de clarinete en el Conservatorio de Castilla y León

"Hace aproximadamente un año que me dolía el antebrazo y la mano izquierda, me molestaba un poco cuando tocaba, pero aún más cuando hacía cosas tan sencillas como abrir la puerta de mi casa. Un día, cuando el dolor apenas me dejaba hacer nada, decidí ponerme en contacto con Tomás Martín, al que había conocido en un Curso de prevención de lesiones que había impartido en el Conservatorio de Música de Zamora el año pasado y al cual yo había asistido. Cuando llegué a su consulta me confirmó que tenía tendinitis de Dequervain, epicondilitis y epitrocleitis y tenía dañados los tendones de los bíceps y tríceps, así como los trapecios por una mala colocación al tocar mi instrumento (clarinete). El dolor solo se manifestaba en el brazo izquierdo, pero cuando llegué a la consulta, descubrí que mi brazo derecho también le ocurría lo mismo, debido a años y años de práctica con el instrumento y a la repetición de movimientos sin haber realizado ningún calentamiento previo al estudio. Tras sesiones y sesiones, mis dolores han disminuido. Ya no toco sin calentar ni estirar, y voy avanzando poco a poco en mi cambio postural de la espalda, tanto si estoy tocando como si estoy sentada en clase. Gracias por todo, de verdad."

Silvia Quevedo Sanchez. Fagotista (Cartagena)

"Hacer dos superiores al mismo tiempo, ser demasiado exigente, tener mucho estrés, no tomarse nunca un respiro,…no es una buena combinación. Soy fagotista y pedagoga del fagot, pero dedico también bastantes horas al piano. Empecé a tener molestias en una mano. Hice caso omiso a mi cuerpo. Yo seguía tocando y tocando…y en unas semanas el dolor me subía por el antebrazo…pero yo seguía tocando muchas horas al día, tenía conciertos, exámenes, audiciones, ¿cómo pensar en parar? …hasta que un día el dolor era tan intenso, que no podía ni dormir. Intenté tocar y no pude ni 10 minutos. Asustada acudí a un médico deportista, que me dijo que tenía varias lesiones de tendinitis en ambos codos y antebrazos, debido a sobrecarga por práctica instrumental. Empecé fisioterapia, y pasado un mes, no mejoré en absoluto. Tenía fatal ambos brazos, espalda y cuello. Empezó entonces un sin fin de médicos, fisioterapeutas, traumatólogos, especialistas en medicina deportiva, incluso acupuntura, resonancias magnéticas, radiografías, tres infiltraciones de cortisona, medicación antidepresiva, ya que veía que pasaban los meses e iba a peor…médicos en Cartagena, Murcia, Alicante y Madrid, y yo cada vez iba a peor.

Pasados 10 meses, me encontraba fatal, sin tocar, deprimida, y muy asustada. No solo no podía tocar, sino que no tenía fuerzas ni para lavarme el pelo, ni mucho menos para secármelo luego, no podía cocinar, no podía tender una lavadora, no podía ni escribir al ordenador…¡¡no era solo no tocar!!. Un día de casualidad encontré información del Dr. Tomás Martín a través de una red social. Leí precisamente testimonios de sus pacientes, y sin pensarlo, contacté con él. Después de unos meses de mucho dolor y fuertes sesiones, todo hay que decirlo, ¡me encontré por fin tocando mi fagot! Y con una posición corporal muy distinta y relajada a la hora de tocar, unido a hacer ejercicios de calentamiento, así como de estiramientos, siempre. He perdido un año académico, pero lo he ganado en salud.» Nunca podré agradecer realmente al Dr. Tomás Martín todo lo que ha hecho por mí. Gracias, gracias, y mil gracias.

Andrea del Río. Trombonista (Madrid)

“Hace un año comencé a tener muchísimos dolores en las lumbares cada vez que tocaba y llegaron a ser insoportables hasta el punto que tuve que dejar de tocar durante un mes y medio, que fue cuando contacté con otros fisioterapeutas que más o menos me trabajaron la espalda para poder terminar el curso. Al comienzo de mi último curso de Superior, volví a tener muchos dolores y tras pasarme varios meses en la búsqueda de un buen Osteópata que me solucionara mi problema, di con Tomás. Ya en la primera consulta noté un cambio impresionante, que fue mejorando cada semana. Pasé de poder tocar sólo 10 minutos al día a las 3 horas en menos de un mes y a día de hoy he hecho mi recital final de carrera y sigo pudiendo tocar a pleno rendimiento. Además de tratarme la espalda, me enseñó higiene postural, gracias a la cual estoy evitando volver a lesionarme”

José Emilio Casado Clarinetista  (Valladolid)

"Quiero hacer constar mi agradecimiento al doctor Tomás Martín por su profesionalidad y buen trato. Con un problema de movilidad en el hombro derecho, este ha sido corregido. Considero que el tratamiento ha sido el acertado".